Aqui están. Estos son

Encriptada melancolía

Divididos - Spaghetti Del Rock

Pistones de un curioso motor de humanidad

resortes viejos de este amor que va.

Memoria hostil de un tiempo de paz sin paz.

Narices frías de una noche atrás.

Besos por celular las momias de este amor

piden el actor de lo que fui.

Pantalla de la muerte y de la canción,

proyectos de un nuevo spaghetti del rock.

Cíclope de cristal devora ambición,

vomita modelos de ficción.

Remontar el barrilete en esta tempestad

sólo hará entender que ayer no es hoy

que hoy es hoy y que no soy actor de lo que fui.

Meg White en XXX

La baterista de los White Stripes, Meg White, se adhirió a la cofradía de celebridades con un vídeo casero donde se les observa cumpliendo sus instintos primarios. Ella no se ha pronunciado al respecto, se especula que la señorita que protagoniza éstas imágenes es la actriz porno Natasha Nice; aunque no sea tan seguro debido que las proporciones se ciñen más a Meg. Mejor obsérvenlo ustedes clickando AQUÍ y saquen conclusiones.

La Crítica, La Obra y Los Lectores

Durante un tiempo la Crítica acompaña a la Obra, luego la Crítica se desvanece y son los Lectores quienes la acompañan. El viaje puede ser largo o corto. Luego los Lectores mueren uno por uno y la Obra sigue sola, aunque otra Crítica y otros Lectores poco a poco vayan acompasándose a su singladura. Luego la Crítica muere otra vez y los Lectores mueren otra vez y sobre esa huella de huesos sigue la Obra su viaje hacia la soledad. Acercarse a ella, navegar a su estela es señal inequívoca de muerte segura, pero otra Crítica y otros Lectores se le acercan incansables e implacables y el tiempo y la velocidad los devoran. Finalmente la Obra viaja irremediablemente sola en la Inmensidad. Y un día la Obra muere, como mueren todas las cosas, como se extinguirá el Sol y la Tierra, el Sistema Solar y la Galaxia y la más recóndita memoria de los hombres. Todo lo que empieza como comedia acaba como tragedia.

Roberto Bolaño. Los Detectives Salvajes.

La joroba de Anna Karina

Por estar atento de la Copa Davis y la extradición del Chino Rata, me olvidé el cumple de Anna Karina, musa de la nouvelle vague y una de las mujeres más bellas del cine, que fue el día de ayer. Con su abordable mirada y sonrisa melancólica esta modelo encandiló a Godard tanto que la hizo su actriz bandera de su primera etapa como director. Su belleza instructiva: dictando pausadamente como una mujer puede ser perfecta, se nos presentó en contadas películas, como en éste extracto que dejo.

Se nos fue el mudo

El mimo francés Marcel Marceau se nos fue, comprobando que este año ha sido de las pérdidas intelectuales más importantes, hace poco falleció también Luciano Pavarotti del cual no me pronuncié porque debo admitir mi acercamiento ramplón a la lírica que él ejercía.

Marceau nos dió la sonrisa pensada, aquellas bromas wildianas, que nos hace reír por veinte segundos para reflexionar por veinte minutos. Aún guardo en unas cintas sus presentaciones que fueron transmitidas por Panamericana hace muchos años. Hace poco lo vi en el documental Charlie: Vida y Arte de Charles Chaplin, manifestando como influyó e hizo sostener su vocación el inglés. Como siempre expreso, las efemérides lo encontrarán en diversos medios, yo solo doy mis respetos para el antipijama que se va.

El Arte Nazi

Santiago Roncagliolo es un autor cuyo nombre se lee con frecuencia en las secciones culturales, aún más desde que obtuvo el Premio Alfaguara en 2006 con su novela Abril Rojo. Salvo poesía, no es común que lea autores contemporáneos, además del precio del libro en cuestión, hizo que el enterarme sobre sus dotes quedara aplazado.

Adquirí hace poco, en edición de Sarita Cartonera un libro que le predecía al mencionado; su nombre: El Arte Nazi. Asumí que el cuento transcurriría en el descubrimiento temprano del autor en la parafernalia nazi pero luego la presunta premisa se desvía para convertirse en un ensayo del nazismo tanto ideológico, social, concluyendo en el ámbito artístico.

El ensayo en cuestión es ameno y ágil, para quienes estamos poco empapados en el tema nos da ciertos tips vagos en donde comenzar; pero como un ensayo que nos brinde nuevas luces, ya sea investigativas o en opiniones, en realidad deja mucho que desear. Sentirse en la facultad de publicar un ensayo implica el tener un bagaje eximio en el tema que desea tratar, y aquí el autor no lo demuestra. Dejé el texto con gesto adusto pero dispuesto a borrarlo con algún ensayo de Susan Sontag.